Este fin de semana nos hemos marchado a Sierra Nevada, para subir al MULHACEN el pico más alto de la Península. Solo nos ha faltado Magdalena de la "expidición" a los Pirineos de este verano, problemas médicos lo han impedido (para la próxima no hay excusas ¿vale?).
Salimos desde los Vélez a las 7:00 de la mañana, y tras una pequeña falta de plantificación (el telesilla de borreguiles estaba cerrado), llegamos a La Hoya de la Mora donde cogimos el Autobús lanzadera que nos subió a las posiciones del Veleta (para volver, teníamos billete para bajar con el mismo autobús, pero llegamos 2 horas antes a la parada, y decidimos no esperar y bajar andando hasta la hoya de la mora).
Una vez nos dejo el autobús comenzamos a andar hasta llegar al refugio de la Carigüela, desde allí hasta el refugio de la Caldera atajando por una senda a la izquierda de los Raspones, subimos hasta el puntal de Loma Pelada, para desde allí con un descenso pronunciado, bajar hasta el refugio de la Caldera.
En el Refugio recuperamos fuerzas y cogemos sitio para dormir esa noche, pero como no hay suficientes plazas, decidimos buscar en el Refugio de Villa Vientos más pequeño, y en ese momento vacío. Cogemos sitio para nosotros y para Juan Jesus, sus dos hijos y su sobrino, después se unieron tres murcianos, uno de Cartagena y dos de Huertor, en total 15 personas, aunque los últimos tuvieron que dormir en el suelo.
Esa tarde hubo mucha niebla, y un frío que pelaba, por lo que no pudimos subir al mulhacen, que era nuestra intención.
Esperando que la mañana siguiente amaneciera despejado, pasamos la tarde descansando y charlando con los demás.
La mañana amaneció perfecta, por lo que subimos al MULHACEN, subida en 50 minutos, con unas pendientes considerables. "Chapo" para los críos que hicieron cima junto a nosotros, allí unas fotos de recuerdo.
Bajada rapidísima y vuelta para coger el autobús pero esta vez para volver cogemos el paso de la cadena, 20 metros agarrados a una cadena, con el espacio solo para poner los pies (mejor no mirar hacia bajo).
Al llegar al autobús , LA GUINDA, bajada andando de los 9 kilómetros que deberíamos haber hecho sentados, aunque fueron menos, ya que fuimos recortando las curvas (lo hicimos en linea recta).
Al final terminamos en Granada de Tapas
En conclusión buen fin de semana, con el reto superado de subir al pico más alto de la Península.
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